Según expertos, esta acción le quita a los árboles la capacidad de retener agua y, además, deja sin nutrientes al bosque esclerófilo.

La tierra de hoja es muy apetecida por los agricultores, por lo que la extracción es descontrolada. (Fuente: Agencia Uno)
La extracción indiscriminada de tierra de hoja es un acto que se suma a la sequía y que, en conjunto, producen graves problemas para mantener vivas las especies que hoy habitan el bosque esclerófilo.
Y en particular afecta a esta arboleda nativa ya que, según explica el director de Conaf, José Manuel Rebolledo “la tierra de hoja del quillay es un bien muy apetecido para los pequeños comerciantes y agricultores, ya que esta se puede vender por un valor alto, cercano a la miel de hulmo”.
La Ley de Protección de Bosque Nativo no estipula, como ilegal, la extracción de tierra de hoja de los terrenos forestales. Por lo anterior, hoy es un material requerido, ya que pueden sacar el recurso sin ningún tipo de restricción.
Pero este es un problema que no ha quedado completamente a ojos ciegos del Estado. En enero de 2018, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que tipifica la extracción de tierra de hoja sin autorización como un delito.
En noviembre de 2019, el Senado aprobó las ideas matrices del proyecto. Sin embargo, hoy la ley está dormida y no ve luz verde en la Cámara Alta para que el trámite finalice.
De momento, la extracción continúa indiscriminadamente. Así lo explica el ingeniero agrónomo experto en suelos de la Universidad de Chile, Mario Ahumada:
Actualmente, en internet, un saco de tierra de hoja de litre se encuentra en formato de 35 kilos entre tres y cinco mil pesos.
En caso de que la ley se apruebe, la extracción de tierra de hoja sin autorización sería castigada con 541 días a cinco años de presidio, y multas que varían entre 5 y 30 UTM (casi un millón y medio de pesos).
Extracción de tierra de hoja y sequía
Como se mencionó anteriormente, la sequía y la extracción de tierra de hoja hacen una dupla perfecta para aniquilar al bosque esclerófilo.
La tierra de toda planta retiene el agua para la supervivencia de la misma. Pero, las especies esclerófilas se ven particularmente afectadas porque el tiempo de regeneración de su propia tierra de hoja es más prolongado que otras.
“La tierra de hoja protege de la erosión, entonces cuando le quitas esta capa al suelo lo dejas descubierto y aumentan los procesos erosivos”, agrega Mario Ahumada.
Es por eso que el daño más grande se lo lleva el esclerófilo en general, y todo lo que rodea al mismo, así lo explica el doctor en ingeniería forestal de la Universidad Católica, Marcelo Miranda:
Es por lo anterior, que Rebolledo señala que hoy urge la necesidad de regular esta problemática. “El suelo es el principal capital que tiene Chile en términos de producción agrícola y forestal. Hoy las autoridades tienen la oportunidad para reforzar duramente la Ley de Protección de Bosque Nativo”, explica.

El bosque esclerófilo le hace frente a la extracción de tierra de hoja y a la sequía que afecta por diez años a Chile. (Fuente: Marcelo Miranda)
La invasión de especies exóticas
Un problema constante para el bosque esclerófilo, ha sido el constante crecimiento de la industria forestal. Lo anterior, se ve reflejado en los numerosos proyectos que han habilitado terrenos para fines agrícolas, como también la sustitución de especies nativas por especies exóticas como, por ejemplo, los paltos.
De acuerdo a cifras de la Comisión Investigadora de actos de Conaf, de la Cámara de Diputados, los Planes de Manejo Forestal, con fines agrícolas, aprobados desde el 2008 permitieron el reemplazo de más de 20 mil hectáreas de bosque nativo, concentrándose la mayoría de estos en la Región Metropolitana.
Sin embargo, esto se frenó luego que la Contraloría dictaminó en marzo de 2020 que los Planes de Manejo Forestal con fines agrícolas son ilegales. En el fallo, se indicó que “resulta incompatible autorizar un plan de manejo de corta de bosque nativo para recuperar terrenos con fines agrícolas, por cuanto dicho permiso no cumpliría con el objeto de proteger, recuperar y mejorar el bosque nativo para asegurar la sustentabilidad forestal y la política ambiental”.
Esto representa un avance en la conservación del esclerófilo, ya que antes se reemplazaba un bosque viejo por uno joven, lo cual era un problema: los servicios ecosistémicos que entregan los árboles de más edad son más complejos y profundos que los más nuevos y exóticos, agregando que estos últimos deben adaptarse y condicionar su entorno para la biodiversidad.
Ante el fallo, el experto en suelos, Mario Ahumada señala que “el que la Contraloría se haya referido al tema, tiene una implicancia bastante positiva, en el sentido de que de una u otra manera, te va a exigir preservar especies adultas, con todos los servicios ecosistémicos que estas otorgan”.