La consecuencia directa de este fenómeno es la caída y decoloración de las hojas de estos árboles, algo inédito en la historia.

70% del bosque esclerófilo se está secando. (Fuente: Marcelo Miranda)
No es común ver caer las hojas del bosque esclerófilo en otoño. Un árbol de hoja perenne, como las que se encuentran en esta foresta nativa, renueva su follaje permanentemente, independiente de la época del año.
Hoy el panorama no es así, y se debe a la poca agua que cae, tanto en la Región Metropolitana, como en la de Valparaíso.
Según informes de la Dirección Meteorológica, desde 2010 Chile ha enfrentado una mega-sequía que afecta a la zona que se extiende entre las regiones de Coquimbo y La Araucanía. Sin embargo, el 2019 fue catalogado por la institución como uno de los años más secos en los registros.
Dada esta situación, el panorama es desalentador. De acuerdo a un estudio realizado entre el año 2017 y 2019 por académicos de la Universidad Católica y Mayor, el 70% del bosque esclerófilo se está secando.
La investigación revela que producto de la larga sequía y el calentamiento global, las especies nativas están botando sus hojas, por primera vez en la historia.
Así lo explica la doctora en ingeniería forestal de la U. Mayor, y una de las encargadas de realizar el estudio, Cynnamon Dobbs: “Hay manchones de daño en los árboles. Tienen hojas secas, o están completamente secos. También algunos están muy amarillos para una época que no debiese estar de ese color”.
La siguiente imagen interactiva muestra el avance de la sequía entre 2019 y 2020, en sectores de bosque esclerófilo. Al mover la barra central podrá ver la diferencia:
Además, otro de los encargados de la investigación, el doctor en ingeniería forestal de la Universidad Católica, Marcelo Miranda agrega que “tenemos un conjunto nuevo de condiciones ambientales que, a diferencia de lo que ocurría antiguamente, están actuando de manera más acelerada en comparación a los últimos 15 mil años. Condiciones desfavorables desde un punto de vista climático”.
En esa misma línea, el director nacional de Conaf, José Manuel Rebolledo apunta a que el bosque enfrenta una catástrofe histórica.
Para Rebolledo, el panorama es más que desalentador e irá empeorando a medida que avance la sequía en Chile.
“El año pasado se batió el récord de sequía. Esto significa que el riesgo del bosque es bastante alto, al punto que por primera vez, desde que se tiene registro, los árboles de hoja perenne como el boldo, litre o quillay, perdieron parte de su follaje”, enfatiza José Manuel Rebolledo.
Los más afectados
Si bien, más del 70% del bosque se está secando, se destaca que un 15% de los árboles está en un riesgo “muy alto”.
En cuanto a las especies, las más perjudicadas son el quillay, con un 60% de su población en daño “muy alto”, mientras que el litre registra el 40% de sus ejemplares en la misma situación.
“Un prejuicio que se tiene del litre y el quillay, es que son especies aperradas, pero nunca se habían visto en estas condiciones de sequía extrema al tope de temperatura”, reflexiona Cynnamon Dobbs.

El quillay y el litre son las especies más afectadas por la sequía. (Fuente: Marcelo Miranda)
La doctora explica además, que en este momento, especies como las anteriormente nombradas, y el peumo están en una verdadera puesta a prueba.
“Registramos temperaturas sobre los 38 grados en precordillera, algo que antes no sucedía. Al parecer, este conjunto de factores ha hecho que estas especies, que están más expuestas a lugares secos e insolados, las ha estresado más y su situación se vuelve más compleja”, detalla la investigadora de la U. Mayor.
Por otra parte, otro documento realizado por Dobbs y Miranda, indica que un tercio de las especies del bosque ha disminuido su verdor producto del cambio climático y las olas de calor, siendo los de la precordillera los más afectados.
Este estudio es el primero que se realizó en Chile sobre la decoloración o “browning” de las hojas, e hizo un análisis comparativo entre los años 2000 y 2017 de las especies del bosque. Los resultados señalan que el litre y el quillay son las especies más afectadas por este fenómeno, algo que coincide con el estudio relacionado a la sequía.

Un tercio de las especies del bosque ha cambiado su coloración. (Fuente: Marcelo Miranda)
La búsqueda de la solución
Las investigaciones, también tienen como propósito el encontrar una forma de evitar una catástrofe ecológica.
“Queremos llegar a determinar qué zonas son las más afectadas y qué se debe hacer en cada una. Cuáles son mejores para la conservación del bosque, en términos de las condiciones actuales en las que está, y en qué lugares no vale la pena intervenir porque se va a perder igual. Todo dentro de la Región Metropolitana”, revela Cynnamon Dobbs.
Por su parte, Conaf está trabajando en la recolección de semillas de los árboles que se están muriendo, con el fin de producir nuevamente estas especies y evitar su extinción.