Según Conaf, los cortes no autorizados han arrasado con 1.056 hectáreas forestales desde el 2017. Entre sus principales razones están la construcción, los comerciantes de leña y los que no quieren morir de frío.
La tala ilegal es una práctica que supone uno de los problemas más graves para el país a nivel forestal: la reducción de sus bosques. Las zonas del esclerófilo más afectadas por esto son las regiones Metropolitana y de Valparaíso.
Ante una solicitud de transparencia, Conaf informa que desde 2017 hasta hoy, los cortes no autorizados de árboles han arrasado con 1.056 hectáreas de bosque nativo, sólo en las regiones anteriormente mencionadas.
En el desglose, los meses entre junio y septiembre son los que concentran la mayor cantidad de denuncias de esta índole, sumando 147.
Las siguientes gráficas muestran el desglose por año y la progresión de las denuncias por talas ilegales. Click sobre las imágenes para más información:
Ante esto, la gerente forestal de Conaf, Aída Baldini señala que la mayor cantidad de denuncias se dan en septiembre “ya que la gente corta leña en los meses anteriores, y una vez que se acaba el invierno, las personas van al bosque y se dan cuenta de que los árboles ya están cortados”.
Un ejemplo de talas no autorizadas, es lo que ocurrió con la Inmobiliaria La Cumbre Oriente, en Colina, la cual cortó bosque esclerófilo para construir caminos, sin un plan de manejo forestal aprobado por Conaf. La empresa arrasó con especies en categoría de conservación, como lo son el algarrobo y el guayacán. Desde la inmobiliaria indican que ya fueron sancionados, pero no dieron a conocer el castigo.
Si bien se puede inferir inconsciencia de parte de los que talan, Baldini explica que la mayor causa proviene del desconocimiento. “Muchas veces las personas no saben que tienen que realizar un Plan de Manejo Forestal (aprobado por Conaf) para poder cortar árboles”, detalla.
La siguiente presentación interactiva explica lo que es un Plan de Manejo Forestal. Click en «empezar» para saber más:
Para el director nacional de Conaf, José Manuel Rebolledo, los responsables de estas talas “son relativos, ya que muchas veces son particulares, empresas o también pequeños propietarios que se dedican a producir y comercializar carbón”.
En esa misma línea, Baldini indica que el robo de leña no es sólo para producir carbón, sino también para que las personas la usen para cocinar o calefacción.
Lo que viene para el bosque esclerófilo
La tala ilegal causada principalmente por el desconocimiento, junto con otros fenómenos y hechos expuestos en este reportaje, contribuyen al deterioro del bosque esclerófilo. Las proyecciones para estas áreas nativas hacia el 2050 son desalentadoras por lo anterior.
Si bien hoy existe interés por parte del Congreso en tipificar como delito la extracción de tierra de hoja, el proyecto sigue estancado y los comerciantes, de momento, seguirán extrayendo indiscriminadamente este bien para su venta.
Pese a que Conaf está en una campaña de recolección de semillas para evitar la extinción del bosque, es necesario recordar que el ente fiscalizador permitió el reemplazo de más de cinco mil hectáreas de bosque nativo con fines agrícolas, sólo en la Región Metropolitana. Causando así un daño irreparable para el esclerófilo.
A esto se le suma la opinión de los expertos: el deterioro actual del bosque trae consigo la pérdida de múltiples beneficios ecosistémicos. La salud y el bienestar de quienes rodean la zona central se están viendo perjudicados por la vulnerabilidad y sequía que azota al esclerófilo.
Se puede afirmar que las medidas por parte de los órganos estatales llegan, pero no alcanzan si no se involucra a la ciudadanía en el asunto. El desconocimiento que se tiene sobre el bosque y qué hacer para no dañarlo, el marco legal que existe para esto y todos sus procesos (Planes de Manejo Forestal, Estudios de Impacto Ambiental, Declaraciones de Impacto Ambiental, etcétera) sólo agravan el problema. Mientras tanto, el deterioro del ecosistema en la zona central del país continuará de manera acelerada.